Yucatan
miércoles, 30 de octubre de 2013
Lugares Turisticos
Cenotes
Durante su visita a Yucatán, Usted se encontrará con una gran cantidad de letreros (la mayoría de los cuales han sido pintados o escritos a mano de una manera más bien rústica) indicando la presencia de tal o cual cenote. No lo piense dos veces, desvíese un poco del camino para visitar estos impresionantes depósitos de agua creados por la filtración del líquido a través de las paredes del subsuelo y los consecuentes derrumbes originados por el debilitamiento de la estructura de roca.
Hay cenotes a cielo abierto (los más antigos) y dentro de cavernas (los más jóvenes), así como la combinación intermedia de ambos. En sus cristalinas y frías aguas se puede nadar, practicar esnórquel o buceo, siempre con el equipo adecuado y siguiendo las medidas de seguridad pertinentes, pues pueden ser bastante profundos.
Chichen Itza
Dzibilchaltun
El segundo punto de interés de Dzibilchaltún son las refrescantes aguas de un cenote ubicado a unos pasos del sitio. Se dará cuenta de que al explorar las calurosas tierras yucatecas, un chapuzón no le vendrá nada mal.
Ek' Balam
Aún ahora permanecen dos grandes murallas concéntricas que solían proteger a la ciudad, que en la actualidad conserva 45 de sus edificios originales; hay una muralla más que une a las construcciones centrales. Ek'Balam también cuenta con un juego de pelota, además de un impresionante arco de piedra que marcaba la salida a un sacbé o camino sagrado, que conectaba a esta urbe con otras ciudades mayas. Durante su visita a este bello sitio arqueológico le sorprenderá "La Acrópolis", que es la denominación que recibe el más grande edificio de Ek' Balam, con 32 metros de altura y una base de 158 metros de largo por 68 de ancho. Esta inmensa construcción cuenta con una gran cantidad de cuartos que se comunican por pasajes o pasadizos muy semejantes a los de los castillos medievales europeos.
Grutas
Le recomendamos visitar estos impresionantes lugares, cuyas bóvedas parecen querer cerrar sus fauces con sus estalactitas y estalagmitas como dientes. En Yucatán, las más famosas son Balankanché, San Ignacio, Calcehtok, Tzabná y Loltún.
Haciendas
Hoy en día, las haciendas de Yucatán son un atractivo turístico más del estado, ideal para quienes buscan amplios espacios abiertos y las actividades en áreas verdes; hay inclusive haciendas que se han acondicionado con gran lujo para ser hoteles. San Antonio Cucul, Teya y Dzoyolá son haciendas famosas ubicadas en los alrededores de Mérida que vale la pena visitar.
Mayapán
Reservas Ecológicas
Celestún
En Celestún se origina un ecosistema muy peculiar, pues aquí se mezclan el agua dulce del cauce del Río Celestún, con la salada del Golfo. Durante su visita, recuerde tomar el paseo en lancha que le acercará a los hermosos flamingos para poderles tomar fotografías, y que le llevará a través de los peculiares túneles que se forman de manera natural en el manglar hasta un bosque petrificado.
Ruta Puuc, La Ruta de los Dioses
Son característicos del diseño arquitectónico Puuc las cresterías o adornos en la parte superior de los templos, lo mismo que las falsas columnas en las fachadas y las representaciones de chozas mayas incrustadas en los edificios. Mascarones de Chaac, el dios maya de la lluvia, con grandes ojos, nariz curva simulando una trompa y colmillos prominentes se combinan con imágenes de serpientes, rombos y grecas para adornar los templos importantes.
Al visitar la Ruta Puuc, el visitante podrá apreciar también las nombradas "chultunes" o cisternas que los mayas diseñaron para recolectar agua de lluvia. Esta era su principal fuente de abastecimiento, pues Yucatán no cuenta con ríos o lagunas que distribuyan el vital líquido. De ahí se deriva la importancia del dios Chaac en las ciudades mayas, tanto en lo que a representaciones en los edificios se refiere, como en lo concerniente a danzas y rituales; a él se le solicitaba el favor de dotar de agua a las poblaciones.
Telchac Puerto
Uxmal
El sitio arqueológico de Uxmal, ubicado a 62 km al sur de Mérida, se considera uno de los más finamente diseñados por los Mayas de Yucatán. Su arquitectura elegante se observa claramente en todos los edificios, que en términos generales están en muy buen estado debido a la buena calidad de sus construcciones, incluso aún antes de haber pasado por varios procesos de restauración.
Destaca por su belleza la ''Pirámide del Adivino'', que fue construida en 5 etapas durante las cuales se fue superponiendo una nueva construcción cada vez. No puede dejar de visitar el ''Cuadrángulo de las Monjas'', una serie de edificios cuyas fachadas fueron decoradas con variadas y bellas muestras de sobre y bajorrelieve, entre las que hay figuras de animales, estilizadas columnas y mascarones del dios Chac.
Valladolid
Comidas Tipicas
La cocina yucateca es el delicios resultado de un mestizaje culinario que combina influencia europea y criolla están hechos de una exquisita mezcla de sabores mexicanos y europeos. Un poco de historia explicará la fuerte influencia europea: en un tiempo, la Península de Yucatán fue considerada una tierra de difícil acceso y muy alejada del resto de México.El terreno montañoso y los pocos caminos aislaron a la Península.
El mucbipollo, manjar de los yucatecos
La preparación de los mucbipollos es toda una tradición, pues desde varios días antes las amas de casa empiezan a comprar los ingredientes para los también llamados pibes; lo primero que se compra es la "empella", grasa del puerco que sirve para hacer la manteca, y que según las abuelitas y las señoras de antaño, si no se prepara en casa no tiene el mismo sabor.
Pib: asado o cocido bajo la tierra
Chachac wajes: especie de tamal colorado.
Chacbi nal: elote cocido en agua.
El mucbipollo, manjar de los yucateco
viernes, 25 de octubre de 2013
El traje del indio consistió en una camisa larga y volante de tela de algodón blanca o de color crudo, sin adornos; unas zaragüelles o bragas, no muy largas y bastante anchas, que les llegaban hasta media pierna, sin portañuela o abertura por delante y sin botones; pero con dos aberturas laterales en ambas caderas, ciñéndose el calzón con cintas del mismo material.
Completaban esta vestimenta unas sandalias características de cuero de res o de venado, sujetas a los tobillos con cordeles de fibra de henequén, pasándose una cuerda entre el dedo mayor del pie y el siguiente. Un sombrero de paja les cubría la cabeza, trayendo el pelo corto.
En las indias, el fustán consistía en una larga enagua blanca de algodón, ajustada a la cintura, que caía hasta los pies. Y para cubrirles el busto usaban una especie de camisa o jubón blanco, sin formas ni pliegues, que caía sobre el fustán. Un amplio escote cuadrado descubría la parte del pecho y a los lados exhibía dos pequeñas aberturas para sacar los brazos, que quedaban desnudos. Llamaron a esta prenda hipil, que viene del mexicano uipilli, corpiño o peplo que usaban los indios aztecas. Actualmente los hipiles llevan bordados de colores, estampados, grecas, deshilados que llaman xmanikté o xokbil-chuy (hilo contado o punto de cruz).
Concluía la indumentaria de las indias, tocándose la cabeza con una manta blanca de algodón, llamada toca, con la que no solamente se cubrían la cabeza sino las mejillas, busto y brazos.
Usaban también collares de cuentas y rosarios de abalorios rojos, intercalando en la sarta, amuletos tallados en hueso y dientes de jabalí.
Consiste hoy el traje clásico de los mestizos varones en una camisa larga de tela blanca, de mejor calidad que la de los indios, finamente planchada, que suelta en faldas volantes, les llega hasta medio muslo. Un pantalón de dril o lienzo fuerte blanco, almidonado y planchado que termina en ancha boca de campana, pero que antes era angosto y les llegaba hasta los pies. Sandalia (alpargata) de lujo de buena piel, sujeta al tobillo con correas pespunteadas y charoladas y suela gruesa de dos o tres capas de cuerpo, que rechinan al andar.
Usan sombrero de paja tipo jipijapa o panamá, fabricado en el Estado; al hombro y sólo cuando hace un poco de frío, usan una vistosa cobija o jerga de vistosos colores y con flecos, llamada en el país con su nombre extranjero: "plaid".
La pechera de flamante camisa va sujeta con botones de oro, pendientes de una cadenilla del mismo metal que los une a todos por dentro de la camisa. Este es el traje de lujo de los mestizos.
El traje de trabajo, se compone de un calzón blanco de lienzo fuerte y camiseta de tela de algodón blanco o de un tejido de calceta o punto de media. Se ciñen, además, para el trabajo, un delantal de cotí (cottin) azul o a rayas: tela de lienzo grueso que se usa comúnmente para colchones.
El traje de la mestiza consiste en un huipil de batista de lino, de fino algodón de seda, siguiendo en todo el modelo de las indias: jubón cuadrilongo que cae volante, con dos aberturas laterales que por el ancho de la prenda simulan unas mangas cortas, quedando los brazos desnudos; un amplio escote cuadrado descubre la parte de pecho, dejando desnudo el cuello. Este escote, en sus orillas, lo mismo que los bordes de la camisa, va orlado de cenefas bordadas de vivos colores, en variadísimas labores, desde el bordado de punto de cruz (xokbil-chuy) y el de seda estilo inglés, hasta el de pinturas y miniaturas al óleo. En otros, el cuello es postizo, con flores estampadas y con encajes de Holanda y Chantilly. Les llega hasta media pierna y su borde inferior cae con gracia. El fustán, que se ciñe al talle y que sobresale bajo el huipil, tiene los mismos adornos y cenefas que éste y con él hacen juego, contemplándose ambos adornos uno debajo del otro.
Antiguamente, las mestizas se cubrían la cabeza cuando iban de paseo o a la iglesia, con una toca blanca bordada en punto: evolución perfeccionada de la manta blanca usada por las indias durante la época colonial. En el último tercio del siglo XIX fue substituida por el rebozo de color, corriente en las mestizas de escasos recursos, y lujoso en las que pueden costearlo. Hoy está de moda entre las mestizas pudientes el rebozo de seda de bolita y el llamado de Santa María, de preciosos colores, tejido en las fábricas de Puebla.
Se adornan el cuello con largos y lujosos rosarios de filigrana de oro y gruesas cuentas de coral, labrados por artífices del país, colgando en ellos moneditas y doblones de oro de gran valor, denominados escudos y unas pesadas cruces de filigrana, primorosamente labradas, en el extremo de los largos rosarios, que les llegan al vientre. Al mismo tiempo se ponen collares y cadenas de oro de dos vueltas. Se recogen el cabello en un gracioso peinado que llaman t'uch, hacia atrás, en forma de martillo, atado en medio con un lazo de listón, y el pelo de delante echado atrás sin vereda. Algunas se dejan un copete con graciosos rizos. Usan grandes y largos aretes de filigrana de oro con piedras de colores, que hacen juego con el rosario. Estas piedras son auténticas o falsas, según las condiciones económicas de la portadora, pero la montadura siempre es de oro legítimo. Acostumbran usar sortijas en todos los dedos de las manos, de oro y vistosas piedras.
Tiempo atrás, el zapato que usaban era de raso o brocado de vistosos colores con adornos dorados, con tacón alto y la punta levantada en forma de gancho, imitando la babucha árabe; no usaban medias. Hoy, la mestiza, calza las mismas zapatillas que usa la clase blanca. Además, la mayoría usa medias.
El clásico traje ha pasado a la historia entre la mayoría de los mestizos, refugiándose en una mínima parte de ellos. Algunos, que todavía conservan sus tradiciones, se visten aún de mestizos, especialmente en sus bailes y saraos, pero la mayor parte usa hoy, en vez de la camisa larga blanca, la guayabera: una chamarra de origen cubano.
Igual ha pasado con el bello traje de las mestizas. Casi todas las auténticas se visten hoy a la última moda de las clases altas. Ha desaparecido en ellas el t'uch y el zorongo, sustituyéndolos los bucles; se han eclipsado los hermosos rosarios de coral y filigrana con gran cruz de oro, para lucir en su lugar las perlas falsas de bisutería y joyas de fantasía, y sólo les sirven sus trajes antiguos para disfrazarse en los bailes del Carnaval y en las vaquerías.
Un pedacito de Yucatan
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